27 de enero de 2014

Violaciones religiosas

Una (descorazonadora) nota sobre otra violación colectiva en la India. Una más.

Esta vez, el crimen fue ordenado por el concejo de ancianos del pueblo Labhpur, por haberse enamorado de un musulmán, alguien de una religión diferente a la tradicional en el pueblo. Este tipo de castigos se han ordenado también por relacionarse con gente de otras etnias u otras castas.

El sistema indio de castas, así como la separación étnica, se derivan de un grupo de reglas que forman parte de los textos sagrados del hinduismo: las leyes de Manu, dictadas (según sus creyentes) por el mítico ancestro comúnde toda la humanidad. Estas leyes, y las tradiciones que derivan de ellas, también dictaminan castigos como las violaciones colectivas. Y el degradante papel de las mujeres en la sociedad.


Ejemplo de otra religión que daña, hiere, destruye e incluso mata (sí, hay violaciones tan terribles que matan a la víctima).

23 de enero de 2014

Ateísmo dogmático

Un estudio publicado en octubre pasado esbozó unos resultados que a muchas personas (en especial ateos) les resultaron paradójicos. El paper analiza la relación entre el dogmatismo y la apertura a nuevas experiencias.

Eso no es nada nuevo, ya se había hecho antes: en general, los estudios muestran que hay una correlación negativa, es decir, que, en general, cuanto más dogmático se es, menos dispuesto a nuevas experiencias se está; y que la gente religiosa tiende a ser más dogmática y (en consecuencia) menos abierta a nuevas experiencias.

Esta investigación de Gurney y compañía, sin embargo, estudia solamente a las personas no religiosas, a las que divide en dos grupos, a saber: los que no profesan ninguna creencia en particular (que correspondería a agnósticos y escépticos, en  mi opinión) y los ateos. En el grupo de los que no profesan creencias específicas, los resultados fueron como se esperaba: correlación negativa entre dogmatismo y apertura a nuevas experiencias.

En el grupo de los ateos, sin embargo, la correlación fue positiva. Eso ha dejado perpleja a mucha gente (de entrada a muchos ateos): se creía que la apertura a nuevas experiencias (ser “de mente abierta”) era lo opuesto del dogmatismo. Y que los ateos eran gente muy abierta de mente y poco dogmática. Pues bien, ambas presunciones resultaron ser falsas.

De la presunta oposición dialéctica entre la credulidad dogmática y la apertura de mente ya hablaremos en otra ocasión. Por ahora, la cuestión del ateísmo. Estos resultados aparentemente paradójicos se pueden explicar de manera bastante sencilla, pero requiere dejar de lado unos prejuicios sobre los ateos.
En primer lugar, ser ateo, como señala Miguel Farias, no es simplemente tener un marcador de cero en escalas de religiosidad o creencias (eso serían los descreídos, que corresponderían al grupo de ninguna creencia), sino tener una serie de creencias y certezas propias.


Y, en segundo lugar, los ateos, por supuesto, no somos ni demonios poseedores de todas las depravaciones posibles ni superhombres nietzcheanos que encarnan la racionalidad y la pureza cognitiva y ética. Somos personas como las demás, con virtudes, defectos, aciertos, errores… Algunos más escépticos y otros más dogmáticos; y hay dogmáticos “positivos” (que simplemente están seguros) y “defensivos” (que han sido tan agredidos por profesar sus creencias, que forman parte importante de su identidad, que terminan por aferrarse dogmáticamente a ellas).

20 de enero de 2014

Mamada ritual


Durante el periodo de 2000 a 2011, por lo menos dos niños fallecieron enNueva York a causa de herpes “religioso”.

Seguramente más niños fallecieron a causa de este virus (VHS), pero lo extraño es la forma de transmisión: según el doctor Stephen G.Baum, alrededor de 9 de cada 10 casos de herpes infantil se producen durante la gestación o el parto, mientras que el resto de los casos se debe a contagio por parte de quienes cuidan a los niños. Sin embargo, el departamento de salud de la ciudad de Nueva York encontró 11 casos en que se ha podido comprobar que no se debe a estas formas comunes de transmisión.

En la forma más tradicional de la circuncisión ritual judía (llamada metzitzah b'peh), tras realizar el corte del prepucio, el oficiante (que ostenta el título de mohel) succiona la sangre de la operación. Con la boca. Directamente. Sin ninguna medida de higiene. Así nomás.

Imagen de una nota en The New York Times, tomada de Primera Plana Online

Y se ha comprobado fehacientemente que este procedimiento contagia el virus del herpes simple. Y que el herpes simple es causa de muerte de bebés. Y que este procedimiento está directamente asociado a la muerte de niños.

Más allá del número de fallecimientos que pueda ocasionar, este ritual es peligroso, por lo que el gobierno neoyorquino ha decidido regularlo. Lamentablemente, lo más que puede pasar de acuerdo con estas regulaciones es que se cobre una multa de 2 000 dólares, y eso si los padres interponen la queja.

Me parece demasiado tibio a la hora de proteger a los ciudadanos que no se pueden defender de la estupidez de los adultos.


En fin, un ejemplo más de cómo la religión y sus rituales afecta la salud. Incluso, mata.

15 de enero de 2014

Curas que enferman

De acuerdo con un estudio reciente, a las mujeres mayores de origen mexicano en Estados Unidos las malas relaciones con los sacerdotes les afectan la salud. Cuanto más frecuentes sean las confrontaciones con el clérigo, peor es la salud de la mujer. No ocurre así con los hombres.

Me parece claro que a estas ancianas se les ha enseñado a temer por la vida eterna y el castigo divino, que vendrán mediados por los sacerdotes (sea que ellos puedan interceder por el premio o castigo eterno, o que ellos son dueños de la verdad sobre la otra vida).  

Y para mí la conclusión es obvia: esta forma de religión resulta mala para su salud. Enseñarla es como enseñarle a los niños a fumar. Si hacemos todo lo posible por restringir el acceso de los niños al mundo del tabaco, ¿por qué no hacer lo mismo con este tipo de religión?

14 de enero de 2014

Terrible situación en Ghana

La República de Ghana es considerada el país más religioso del mundo, debido a que 96 % de supoblación dice profesar activamente alguna religión; la gran mayoría de ellos pertenecen a alguna de las denominaciones cristianas. También está en la terrible lista de países con una prevalencia de VIH-Sida que supera el 1 % de la población adulta.

En dicho país africano, el problema de la salud pública se ve agravado por la creencia en la medicina tradicional y en la sanación por medio de plegarias. Ahí Paul Kweku Nii Okai (autodenominado profeta) y su esposa, la reverenda Betty Okai, dirigen el Centro de Rezos Monte Horeb, que se presenta como un centro de salud que cura con el poder de la oración.

Como si esta estupidez anticientífica no fuera suficiente, a los pacientes con trastornos mentales (que en Ghana suelen ser concebidos como problemas espirituales, incluso posesiones) se les encadena, golpea, tortura… El caso fue denunciado, junto con toda la situación de la salud mental en Ghana, en 2012 por Human Rights Watch.

Tristemente, no se trata del único campo de rezos que actúa como presunto centro de salud. De acuerdo con un reportaje en la prestigiosa revista médica The Lancet, en Ghana sólo hay tres hospitales psiquiátricos en todo el país, y 12 psiquiatras certificados, por lo que esta clase de campos son dejados a su arbitrio, sin ninguna regulación por parte del gobierno.


La opinión de Max Vardon (activista especializado en temas de discapacidad), tal como la recoge The Lancet, es que se debe derribar el sistema de creencias que hace que estas cosas no sean vistas como maltrato ya que sólo se pretende combatir a espíritus malignos. Por ello el Concilio Nacional sobre las Personas con Discapacidad, al que Varton pertenece,  está planeando una campaña nombrada Imago Dei ("a imagen de dios"), que pretende hacerle ver a la gente religiosa que incluso los discapacitados mentales “están hechos a la imagen de Dios”. 

Sospecho que la campaña se queda muy corta: en la República de Ghana, la religión hace daño. Mucho. Incluso mata.

10 de enero de 2014

La respuesta atea es no

En algún lugar del mundo un hombre ha secuestrado a una niña. Pronto la va a violar, torturar y matar. Si una atrocidad de este tipo no se produce precisamente en este momento, va a ocurrir en unas pocas horas o días a lo sumo. Tal es la confianza que podemos sacar de las leyes estadísticas que gobiernan las vidas de 6 mil millones de seres humanos. Las mismas estadísticas también indican que los padres esta chica creen en este preciso momento que un Dios todopoderoso y amoroso cuida de ellos y de su familia. ¿Tienen razón al creer esto? ¿Es bueno que ellos crean algo así?
No.
La totalidad del ateísmo está contenida en esta respuesta. El ateísmo no es una filosofía, ni siquiera es una visión del mundo, sino que es simplemente un rechazo a negar lo evidente. Por desgracia, vivimos en un mundo en el que lo obvio se pasa por alto como una cuestión de principios. Lo obvio debe ser observado y vuelto a observar, y discutido. 


Así comienza Sam Harris Un manifiesto ateo (An Atheist Manifesto), que pronto les compartiré completo y en español.

La paz mental según McConnell

El ingeniero y físico Robert McConnell, uno de los padres del radar, sostenía, según R. E. Berger, que, con escasas excepciones y salvo en su campo de especialidad, los científicos son personas comunes y corrientes.

Yo estoy de acuerdo con esta idea.

Y con Miguel Farias cuando, en su psicología del ateísmo ("The Psychology of Atheism" es un capítulo en The Oxford Handbook of Atheism), asevera que los ateos tenemos creencias características en cuanto a ontología, epistemología y ética, que nos proveen de bases para distinguir lo bueno de lo malo, y que nos dan seguridad emocional, como la que extraen las personas religiosas de su creencia en lo sobrenatural.

Volviendo a McConnell, también asegura que los científicos, por paz mental, creen en lo que les viene en gana sin importar las evidencias. Una contundente y discutible declaración del científico que fue fundador y primer presidente de la Parapsychological Association...

9 de enero de 2014

¿Compatibilidad?

Dicen Matthew Cobb y Jerry Coyne, en una carta publicada en Nature, que la única contribución que la ciencia puede hacer a las ideas religiosas es el ateísmo.

En su opinión, se trata de dos campos que no pueden ser conciliados, pues "Definitivamente, la ciencia se trata de encontrar explicaciones materialistas del mundo; explicaciones que pueden inspirar esos misteriosos sentimientos de sorpresa, maravilla y reverencia en el hiperevolucionado cerebro humano. La religión, por otra parte, se trata de humanos que creen que la sorpresa, maravilla y reverencia son la clave para entender a un Universo construido por dios."

Hay que aclarar que, a pesar de lo que sostienen Cobb y Coyne, no todas las religiones implican deidades y creaciones del universo. Pero todas, absolutamente todas hasta ahora (al menos según mi ignorancia y yo), proponen explicaciones que requieren de entidades o propiedades preternaturales cuya existencia no ha sido probada. Creo que esta clase de explicaciones resulta bastante difícil de conciliar con la manera en que ellos entienden la ciencia moderna; manera que, dicho sea de paso, me parece bastante estándar y acertada.

Por supuesto, que las explicaciones religiosas no sean compatibles con la ciencia hoy en día no implica que la ciencia y la religión sean opuestos necesariamente irreconciliables, ni que los científicos no puedan ser personas profundamente religiosas, en tanto no traten de deslizar esas creencias en su trabajo científico. No parece tan difícil: a final de cuentas, seguramente en su casa no piensan de la misma manera que en el trabajo...

Guillotina de Ockham

-…Y entonces yo sacaba mi espada láser.
-Pero yo tenía un escudo láser.
-Pero mi espada láser era verde, y el verde atraviesa el rojo de tu escudo.
-Pero yo era inmune a los rayos láser.
-Entonces yo…

En los juegos de los niños es frecuente encontrarse que, a mitad del desarrollo fantástico, aparecen nuevos personajes, objetos, propiedades. Eso está muy bien para fantasear, sin duda.

Pero si se trata de apegarnos a la realidad, por ejemplo para demostrar si algo existe, no deberíamos hacer eso. Habríamos de ceñirnos a lo que la realidad nos muestra. Ya decía Aristóteles que debemos asumir como superior a la demostración que deriva de menos postulados o hipótesis (Segundos Analíticos, Libro I, sección25, inciso 2). O, como lo dijo John Punch con bastante más punch: “las entidades no deben multiplicarse de manera innecesaria”.

Sin embargo, es lamentablemente frecuente, sobre todo al tratar de demostrar la existencia de dios, que este principio elemental sea violado.

Por ejemplo, para la muerte (un hecho concreto que no tenía explicación) se inventa una entidad que la rige: un dios. A esa entidad se le asigna nombre (llamémosle, en un alarde de creatividad, Dios) y propiedades sobrenaturales: si hubieran podido explicar la muerte de manera natural, no habría necesidad de dioses pues ya la tendrían explicada. Así, la muerte es controlada por Dios que es omnipotente, eterno y omnisciente. Y luego si es necesario probar su existencia, digamos que tiene la propiedad de escapar al entendimiento humano. Y entonces a la pregunta de cómo conocemos su existencia, digamos que tenemos un sexto sentido para percibirlo. ¿Y los ateos? Propongamos que ellos lo tienen atrofiado por pecaminosos…

Esperen, no se rían. Al menos no todavía. Es un argumento que en verdad se ha usado, y de manera seria: el “sexto sentido” fue propuesto por Jean Cauvin cosa de 500 años antes del presente, y le llamó sensus divinitatis (“sentido de la divinidad”); hace algo más de una década el notorio camandulero Alvin Plantinga defendió la idea calvinista aduciendo que este sentido deja de funcionar correctamente debido al pecado.


A veces siento que en vez de la navaja de Ockham necesitamos una guillotina para eliminar patrañas de este tamaño.

8 de enero de 2014

Historia mala

La historia es mala. Es enemiga de dios:

1. Con el devenir histórico cada vez hay más ateos y agnósticos. Y eso se debe en parte a que...

2. Con el paso del tiempo:
    2.1 De manera recurrente las explicaciones sobrenaturales (los rayos son producto del enojo de un dios; un dios mueve los planetas, el sol y las estrellas alrededor de la Tierra) se han ido sustituyendo por otras naturales (los rayos son producto de un diferencial en el potencial eléctrico del suelo y la atmósfera; los astros celestes se mueven en órbitas dependientes de la fuerza gravitacional, y es la Tierra la que gira de esa manera alrededor del Sol, que tiene mayor masa), sin que haya un solo ejemplo que vaya en el sentido opuesto.
    2.2 Todos los intentos por demostrar la existencia de dios, a la larga, se han ido refutando. Lo que da un lamentable historial de fracasos acumulados, todos ellos en el mismo sentido.

Mi conclusión es que Clío es atea.

6 de enero de 2014

Perfección

Un punto crucial del argumento ontológico plantea que lo perfecto tiene que existir, pues de lo contrario no sería perfecto ya que lo que existe es necesariamente mejor que lo inexistente, que lo que existe es mejor que lo que sólo se imagina. Que la Mona Lisa es necesariamente superior a lo que Leonardo imaginó.

Yo creo que Anselmo de Aosta, el primero en plantear esta línea de pensamiento, no era artista. Ni perfeccionista. Ni sufría TOC. Seguramente ni siquiera revisaba lo que escribía: ¿de qué otra manera se puede concebir que, digamos, una frase mal redactada y con errores de ortografía sea considerada mejor que el pensamiento que le dio origen? Si lo fuera, no habría que corregirla para acercarla a un ideal (por definición, algo sólo pensado), en mi humilde opinión.


Quizá me equivoque y sea mi mente obsesiva lo que me haga creer que las cosas reales nunca alcanzan la perfección imaginada y, por lo mismo, siempre se pueden corregir. 

En todo caso, hablaría muy mal de la posible existencia de dios que un argumento así de malo en su favor no se pueda perfeccionar: sería la mejor prueba de su existencia. Y Anselmo se metería solito el pie.

Gaunillada

Imagina, querido lector, un país perfecto. Tendría leyes perfectas, ciudadanos perfectos, políticas perfectas… Sin duda, todos querríamos vivir ahí; no me explico por qué no nos hemos mudado todos a ese país, pues no se puede dudar de su existencia. ¿No lo crees así? Criatura de poca fe, te ofrezco la prueba de su existencia: para ser perfecto, dicho país tiene que existir, pues no hacerlo sería una imperfección; de modo que si puedo concebir un país perfecto, debo concebirlo como existente y, por ende, existe o no es perfecto.

Absurdo, ¿verdad? Ridículo, también., no me lo vas a negar. Ahora cambia “país perfecto” por “ser perfecto”, alias dios: dios es el ser perfecto, dado que si no existiera sería imperfecto, entonces debe existir. Eso es, en esencia, el argumento ontológico, expuesto por pensadores de la talla de Anselmo de Canterbury (Doctor de la Iglesia) y René Descartes.

Para mostrar lo inadecuado de este argumento, basta con repetirlo con otras entidades imaginarias perfectas, como el país que propuse en el primer párrafo, un coche o una isla, como la que propuso Gaunilo de Marmoutier (quien no pretendía negar la existencia de dios, sino sólo mostrar lo absurdo del planteamiento de Anselmo) hace casi mil años.

La única manera en que el argumento ontológico puede escapar al ridículo es recurrir a las trampas, como hace Alvin Plantinga, e inventarle a dios la propiedad de no poder ser analizado como los demás seres… Pero, si la existencia es la propiedad que comparten en común todos los seres que existen, si dios existe tiene esa propiedad en común con los demás seres, por lo que puede ser analizada de la misma manera en común. O no existe. 

Claro, salvo que su existencia no sea común y, entonces, primero se tendría que probar que existe dicha existencia, para luego poder decir que dios existe de esa manera. Por supuesto, sin recurrir a decir que la prueba de que dicha existencia existe es que sólo entonces existiría dicha criatura perfecta que existe de manera diferente, pues es otra isla de Gaunilo disfrazada y el ridículo seguiría ad infinitum.

3 de enero de 2014

Chárvaka

Chárvaka (en sánscrito devanāgarī  चार्वाक, lo que, según me informan, se pronuncia algo así como [tjaˈrvaka]), se dice, fue un pensador indio ateo que habría vivido por ahí del 2 500 antes del presente (o en el siglo VII antes de la era común). Tristemente, no hay evidencias duras de su existencia.

Existe, eso sí, una escuela de pensamiento que lleva el mismo nombre. El surgimiento de dicha corriente materialista se atribuye a veces al propio Chárvaka y otras a un tal Brihaspati, de quien tampoco hay mayor evidencia (y, para mayor inri, es el nombre de un figura mitológica del credohinduista).

El sistema chárvaka (también conocido como lokāyata) sostiene una postura materialista y escéptica, nástika (es decir, que niega la existencia del alma) y de indiferencia religiosa, cuando no abiertamente atea, y considera que la única fuente válida de conocimiento es el conocimiento directo, empírico, sensible. Y hedonista.


Esta escuela filosófica despareció hacia el siglo XII de la era común, de manera tan misteriosa como apareció; es frecuente manejar la hipótesis de que hubo persecución religiosa en su contra, pues los textos originales de dicho sistema de pensamiento se hyan perdido. Sólo quedan algunas citas y referencias a obras como el Bārhaspatya sūtra, donde se pueden encontrar perlas como la siguiente:

Según he leído, se traduce algo así: Si un animal sacrificado según el rito jyotiṣa irá al Cielo, ¿por qué entonces quien oficia el sacrificio ofrece a su propio padre, quien al Cielo directamente iría?

2 de enero de 2014

Diágoras el ateo

La existencia del filósofo Diágoras de Melos (a quien no debemos confundir con el médico chipriota) se conoce sólo por fuentes indirectas, como la de Jesucristo.

Se trata de lo que otros autores (por ejemplo, AristófanesAtenágoras y Cicerón) han escrito acerca de él, casi siempre siglos después. Y las anécdotas se mezclan con las ideas atribuidas al poeta milenio y las críticas de sus detractores.

Tiene la reputación de ser el primer filósofo helénico explícita y abiertamente ateo, aunque hay quien sostiene que en realidad era deísta. Se dice que fue discípulo de Demócrito (quien lo habría sacado de la cárcel, donde estaba por razones políticas) y maestro de Sócrates. Que fue desterrado de Atenas por impío.

Se dice que renegó de los dioses (y que mantuvo públicamente esta posición) al ver en un juicio cómo un delincuente juraba no haber robado y no fue castigado por las divinidades cuyo nombre invocó.

También se le atribuye la frase “Los dioses no serán verdad, pero de los dioses come y vive mucha gente y esto si es verdad”. Idea lapidaria que, si no es suya, merecería serlo… si es que en verdad existió.

Objetivo: la Luna

Este blog sólo esboza algunas ideas: diagorismos y charvakadas, pinceladas de una especie de enciclopedia atea, a la manera del Diccionario filosófico de Voltaire, que va tomando forma en mi mente, aunque no sé si alguna vez salga de ahí. En todo caso, la pretensión es grande: llegar muy lejos con esa enciclopedia y con el proselitismo ateo. Pero no es imposible, como el viaje espacial del comic de Hergé, Objectif Lune, que da título a esta entrada.

A diferencia de la obra de François Marie Arouet, aquí la razón no va por la letra, sino por sus pistolas; en vez de una obra sistemática se trata de bocetos: trazos breves, discutibles, perfectibles, quizá humorísticos (aunque el cabreo también tendrá lugar) y, sin duda, muy personales.


Trataré de no ser excesivamente gandalla con las ideas y puntos de vista que escarnezca. No siempre se podrá (ni considero que toda postura y acción lo merezca), pero prometo contenerme… un poco cuando menos.

Espero que estas lecturas les aprovechen y diciertan tanto como amí escribirlas.

Diagorismos y charva... ¿qué?

Diagorismos y charvakadas son dos palabras que me inventé, y que hacen referencia a dos personajes reputados como ateos, de los que ya hablaré en sendas entradas: Diágoras de Melos, filósofo y poeta griego, y Chárvaka, nombre que se atribuye tanto a un pensador indio como a la escuela de pensamiento que le siguió.


Los diagorismos y las charvakadas son planteamientos breves materialistas, escépticos y punzantemente ateos, como se dice que eran estos dos autores, cuya presunta obra, si es que existió, lamentablemente se ha perdido.

La idea, también, es que estos planteamientos, un poco más largos que aforismos, procuren toques de humor. De buen humor, aunque el mal humor ocasional es bienvenido también.