Durante el periodo de 2000 a 2011, por lo menos dos niños fallecieron enNueva York a causa de herpes “religioso”.
Seguramente más niños fallecieron a causa de este virus (VHS), pero lo extraño es la forma de transmisión: según el doctor Stephen G.Baum, alrededor de 9 de cada 10 casos de herpes infantil se producen durante la
gestación o el parto, mientras que el resto de los casos se debe a contagio por
parte de quienes cuidan a los niños. Sin embargo, el departamento de salud de
la ciudad de Nueva York encontró 11 casos en que se ha podido comprobar que no
se debe a estas formas comunes de transmisión.
En la forma más tradicional de la circuncisión ritual judía (llamada metzitzah b'peh), tras realizar el corte del prepucio, el oficiante (que ostenta
el título de mohel) succiona la
sangre de la operación. Con la boca. Directamente. Sin ninguna medida de
higiene. Así nomás.
Imagen de una nota en The New York Times, tomada de Primera Plana Online
Y se ha comprobado fehacientemente que este procedimiento contagia
el virus del herpes simple. Y que el herpes simple es causa de muerte de bebés.
Y que este procedimiento está directamente asociado a la muerte de niños.
Más allá del número de fallecimientos que pueda ocasionar, este
ritual es peligroso, por lo que el gobierno neoyorquino ha decidido regularlo.
Lamentablemente, lo más que puede pasar de acuerdo con estas regulaciones es
que se cobre una multa de 2 000 dólares, y eso si los padres interponen la
queja.
Me parece demasiado tibio a la hora de proteger a los
ciudadanos que no se pueden defender de la estupidez de los adultos.
En fin, un ejemplo más de cómo la religión y sus rituales
afecta la salud. Incluso, mata.
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